jueves, 4 de agosto de 2016

A través de los espejos literarios

Es frecuente escuchar que no hay suficientes publicaciones sobre poesía para chicos. Sin embargo, en la Gran Travesía que realizamos durante las 26.as Jornadas para Docentes y Mediadores de Lectura, quienes exploramos el eje «Poesía» nos encontramos con un material abundante y valioso. Entre los recomendados por las coordinadoras estaba Los espejos de Anaclara, de Mercedes Calvo. Te invito a compartir una posible mirada sobre el poemario.


Imaginar «espejos literarios» dispara una red de asociaciones intertextuales. Desde el cuento tradicional de Blancanieves y los siete enanitos, hasta el clásico de Lewis Carroll, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí; sin descartar los incontables derivados del relato carrolliano, como La metamorfosis, de Kafka. ¿Qué tipo de relación podemos establecer entre Los espejos de Anaclara (1) y toda esa tradición literaria?

En primer lugar, podríamos resaltar que la opción exclusiva por el género poético marca un corrimiento, dado que, si bien A través del espejo incluye poesías, estas se integran a una escritura principalmente narrativa. Marcar tal decisión es sustancial, porque se vincula con una concepción que está sugerida por la autora: según Calvo, la poesía misma es el espejo; podemos mirarnos en ella para cuestionar nuestra identidad o podemos meternos en ella, atravesarla, para ver la realidad con nuevos ojos.

En segundo lugar, el poema inaugural nos agrega otra pista, al subvertir la persistente pregunta que, desde los tiempos del «Había una vez», martilla la madrasta de Blancanieves:

«Espejito, espejito
yo no quiero saber quién es más bella.
Solo dime tres cosas
espejito:
quién soy
quién fui
quién seré».


La identidad como una construcción cambiante, un ser-en-el- tiempo que no es inalterable, nos devuelve hacia la incertidumbre profunda del ser. El poema se abre a una mirada que interroga, no para autoconfirmarse en una imagen narcisita, sino para crecer. Como se advierte a lo largo del libro, la pregunta es un tipo de formulación frecuente en el poemario. Muchas veces las preguntas son el anclaje de un homenaje o una cita a  A través del espejo, porque aparecen con la tipografía invertida, un recurso que Carroll exploró con audacia.

Otra marca intertextual con la tradición carrolliana está en el uso del poema figurativo. Si bien no es el primero en la historia, el de Lewis Carroll está considerado como uno de los primeros literariamente relevantes, antecedente de los caligramas de Apollinaire (2). Mercedes Calvo incorpora este recurso de manera muy inteligente, para figurar la pregunta por los avatares de la temporalidad y la multiplicidad del tiempo. Así, las palabras forman un ícono polisémico que condensa en sí mismo diversos tiempos culturales: se trata del reloj de arena, que nuestra cultura digital reutiliza masivamente.

Por último, una consideración sobre los finales. A través del espejo concluye con una pregunta: quién es el autor del sueño que soñó Alicia, sueño que constituye propiamente la historia del libro. El tópico del soñador soñado es una de las formas que adopta la estructura en abismo; un juego de espejos que Jorge Luis Borges advirtió y practicó con insistencia. Lewis Carroll no resuelve la incertidumbre, sino que la deja en manos del lector: «¿Y tú? ¿quién crees que fue?», termina la aventura de Alicia, según tradujo Andrés Ehrenhaus en la edición de Media Vaca, Valencia, 2013 (3). Por su parte, la escritora uruguaya concluye su libro con este poema:

«Este viaje termina
                en el sitio del viento.
Este espejo se rompe
                en la orilla del mar.

Una luz pequeñita
            va a encenderse.
Una página nueva
            va a empezar.

Refrenando el vuelo
            yo pregunto: »

Los dos puntos finales se abren ante un espacio ilustrado sin texto que invita a imaginar y reponer la pregunta no formulada por el yo poético… ¿O será una ingeniosa estructura abisal, que insta a recomenzar el libro en un movimiento cíclico de relectura? Ensayemos esta otra posibilidad:

«Refrenando el vuelo
             yo pregunto:

Espejito, espejito
yo no quiero saber quién es más bella.
Solo dime tres cosas
espejito:
quién soy
quién fui
quién seré».

Al respecto, tengo mis propias intuiciones, pero ¿vos qué opinás?



Puente al blog de Mercedes Calvo: enlace de la entrada sobre Los espejos de Anaclara.

VIDEO: si te interesa saber más sobre Mercedes Calvo, tenés la oportunidad de verla en la presentación «La poesía como puente», durante el XVIII Seminario Internacional de Fomento a la Lectura, México, 2015.




Referencias

(1) Calvo, Mercedes, Los espejos de Anaclara, ilustraciones de Fernando Vilela, México, FCE, FLM, 1.ra reimpresión 2015 [2009]. Este libro ganó el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2008.
(2) En la edición anotada por Martin Gardner, podemos leer: «El cuento del ratón es quizá el ejemplo más conocido en inglés de verso emblemático o figurativo: poema impreso de manera que sus contornos sugieren alguna figura relacionada con el tema de que trata. El empleo de este recurso se remonta a la antigua Grecia». En Carroll, Lewis, Alicia anotada, edición de Martin Gardner, ilustraciones de John Tenniel, traducción de Francisco Torres Oliver, Madrid, Akal, 1999, p. 48. Disponible en https://books.google.com.ar/books?id=s-PzdnbRpcQC&printsec=frontcover&dq=alicia+anotada&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwiO8fTujqjOAhWMDJAKHen6CCwQ6AEIHDAA#v=onepage&q=alicia%20anotada&f=false Última consulta 4/8/2016.
(3) Carroll, Lewis, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, ilustraciones de Franciszka Themerson, traducción de Andrés Ehrenhaus, Valencia, Media Vaca, p. 207.